martes, 11 de marzo de 2014

PUNTA TOMBO...PINGUINOS MAGALLANICOS Y SUS PICHONES...

06 de Enero de 2014 Nos levantamos bien temprano y luego de un desayuno abundante nos dirigimos a PUNTA TOMBO, AREA PROTEGIDA, es una reserva natural para conservar el hábitat de estas aves y para, tambien, conservar los recursos naturales. El lugar, posee una superficie de 210 hectáreas y se encuentra entre las pocas pingüineras del mundo de tal magnitud y tan fácil acceso. Esta ubicada a 180 km de PUERTO MADRYN y a 110 km de TRELEW. Nos aconsejaron ir bien temprano ya que cerca del mediodía comienzan a arribar los contingentes de turistas y los senderos están muy ocupados. Se permite el acceso al centro de interpretación a partir de las 8.a.m., no fuimos tan madrugadores pero llegamos a las 8.30 a.m.. El valor de la entrada para acceder es de $.30. por persona. Hay una rampa que lleva al interior del Centro de Interpretación, donde hay cinco salas en las cuales se vivencia la vida en la tierra y el mar. Es un edificio muy moderno que cuenta con baños, un lugar para comprar recuerdos, y un restaurant con grandes ventanales y cómodos sillones. Saliendo de la ultima sala, se continua por un sendero hasta llegar al sitio donde salen las combis que te acercan hasta el inicio de la pinguinera misma. Allí se es recibido por los guardaparques, quienes explican al grupo (en este caso solo éramos nosotros por haber ido temprano, iupii!!) como manejarse en el sendero, que es lo que se va a ver, etc. Algunos de los tips a tener en cuenta - No salirse del sendero delimitado por las piedras blancas. - No tocarlos - Darles prioridad de paso.(ellos siguen una linea imaginaria para ir y venir del mar a los nidos, si esta es interrumpida se desorientan) - Prestar atención a sus movimientos (si mueven la cabeza a los lados, es probable que esten molestos por algo y nos picoteen). Otro consejo que nos dio, aunque no tiene tanta relación con la conducta de los pingüinos, sino mas bien con la nuestra, es no desesperase sacando todas las fotos a el primer pinguino que veamos ya que se ven muy bien durante todo el recorrido, y hay partes en las que se los ve mucho mejor. Comenzamos, entonces, nuestro recorrido por un sendero de madera, donde ya desde el inicio pudimos ver los nidos y los pichones en ellos. Tambien muy cercanos pasaban los guanacos con ese andar tan delicado y la mirada intensa. La cantidad de nidos y pingüinos es mayor a lo que había esperado, tambien la cercania. Verlos pasar y caminar con su pasito tan característico. Observarlos dandoles de comer a sus pichones, reparando los nidos, tomando sol y tambien alguna que otra pelea, es una experiencia unica, para los que aman los animales y la naturaleza como para los que no tanto. No hay manera de mantenerse indiferente.
Como dije antes, en la reserva tambien hay guanacos y están acostumbrados a las personas, por lo tanto no se alejan, sino que por el contrario continúan haciendo tranquilamente sus cosas aun si están en mitad del sendero.
Al final del sendero, comienza el camino de LAS PIEDRAS COLORADAS. Hay allí una gran abundancia de nidos y es paso obligado de los pingüinos en su camino hacia el mar. Una pasarela de madera termina en un mirador sobre el mar. El contraste del mar profundamente azul, con la espuma blanca, purísima, de las olas, las rocas rojas y el cielo celeste intenso alegran la vista y emocionan, al menos a mi, a un nivel mas profundo que solo lo visual. Hay que agregar a esto, la gran cantidad de pingüinos que hay en la costa entrando y saliendo del agua. Tan transparente es que se los ve nadar debajo de ella. Es aqui donde la graciosa torpeza con la que caminan se transforma en increíble fluidez al nadar.
Regresamos desandando el mismo sendero, hacia el Centro de Interpretación, alrededor de las 11 a.m. y cuando ya casi llegábamos, comenzábamos a cruzarnos con los contingentes de turistas que iban llegando. La Reserva es visitada por unas 1000 personas al dia aproximadamente.
Hay tambien, cerca del Centro de Interpretación una construcción denominada el DOMO DE LOS VIENTOS. Es un pasillo de cemento que conduce a una ROSA DE LOS VIENTOS, y de ahi, unas rampas te llevan hasta los miradores orientados en tres direcciones distintas. Recuerden subir con monedas, ya que hay maquinas largavistas para poder ver mas aun.
Pasamos por los baños, que aparte de ser tan nuevos como el resto del edificio, son muy lindos, grandes y sobre todo limpios. Con un poco de hambre enfilamos al restaurant para picar algo antes de regresar a la estancia, acomodados sobre los cómodos sillones y disfrutando la vista, solo pudimos tener unas bebidas apenas frescas y unas empanadas. La oferta gastronomica era casi nula. Ni sandwiches, ni alfajores. Volvimos a la estancia, donde ya nos estaba esperando un almuerzo opíparo de milanesas de capon, pure, ensaladas y pan casero. Dicen que el campo da hambre y el ejercicio tambien, y debe ser muy cierto porque comimos todo con unas ganas y un disfrute que no ocurre siempre. Aquellos que no tienen la fortuna de conocer la reserva, espero les guste tanto como a mi, y aquellos que si me cuentes su experiencia.

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